Somos un grupo de 13 mujeres y 1 hombre. La mayoría vivimos en El Campico (Alcantarilla, Murcia). Una vez a la semana nos reunimos y charlamos sobre temas diversos. En este blog queremos recoger algunas de estas conversaciones.

martes, 19 de febrero de 2013

A propósito de la renuncia del Papa


Una de las noticias sobre la que debatimos la semana pasada fue la renuncia del Papa.


Respecto a las razones que han llevado al Papa a renunciar, no conseguimos estar seguras. Pero, a veces, llega el momento de rendirse. Quizás el espíritu no se canse, pero la carne sí. Cuando ves que ya no puedes conseguir tus objetivos, por mucho que lo intentes, debes saber dejar paso a otras personas para que continúen tu labor lo mejor que puedan. Seas Papa u otra cosa, debes saber cuando no estás haciendo bien tu labor y dejarlo.

Hubo cierto debate sobre la elección del siguiente Papa. Según la versión oficial, es la voluntad de Dios la que señalará al sucesor de Benedicto XVI pero algunas compañeras se mostraban algo reticentes ante esta versión y afirmaban que los intereses mundanos serían la clave en esta decisión.

Respecto a lo de los candidatos mejor colocados para la sucesión, no teníamos criterio para elegir entre ellos. En nuestra opinión no debería ser muy mayor, alrededor de cincuenta años, el color de su piel sería irrelevante, y debería hacer bien su labor.

El Papa y sus decisiones, lo reconocemos, influyen poco o nada en nuestras vidas pero no pasa lo mismo con la religión. Varias compañeras pertenecen al culto y estuvimos un buen rato hablando sobre el asunto, en concreto sobre el papel de la mujer. Una compañera explicó que una de las máximas del culto es: “La mujer calle y pregunte al marido en casa”. Tanto ella como el resto de las compañeras del culto, no se sienten incómodas con la frase y con lo que implica porque así es la Palabra y la respetan. Es el hombre el que predica y el que toma las decisiones espirituales, en el resto de aspectos, la mujer no debe tener un papel secundario. Además, el pastor evangelista, para poder serlo, debe tener una compañera que también sea pastora. Y la pastora juega un papel fundamental en el culto. Ella no predica pero es la persona de referencia para el resto de las hermanas. El pastor (y marido) suele consultarle y ella exponen libremente su opinión.

Aprovechando que una de estas compañeras, a raíz de la idea de poner la otra mejilla, dijo que la Palabra puede y debe interpretarse, otra compañera afirmó que también podría interpretarse la idea de que la mujer deba estar supeditada al hombre en cuestiones religiosas.

Quedamos en seguir con el tema en otra ocasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario